Los ligamentos son estructuras formadas de tejido conectivo fibroso que conectan hueso con hueso, reforzando y estabilizando a las articulaciones. Los ligamentos ya sea por causa genética o adquirida, pueden llegar a ser más laxos o elásticos de lo normal, originando la llamada hiperlaxitud ligamentaria que por ende ocasiona hipermovilidad articular. Aunque en general se considera que la hiperlaxitud ligamentaria es una condición benigna, pues sólo a la larga produce dolor, en músicos es un factor de riesgo de adquirir lesiones, como esguinces o tendinitis. Existen también dos enfermedades genéticas que presentan hiperlaxitud ligamentaria más severa: La enfermedad de Ehler Danlos o enfermedad del “contorsionista” donde tanto la piel como las articulaciones suelen ser demasiado elásticas, y el Síndrome de Marfan donde quienes lo padecen suelen ser muy altos, con las extremidades muy largas, y además presentan afecciones en el corazón, ojos y pulmones.
Nicolo Paganini (1782-1840), interpretaba obras de gran dificultad, como muestra podía tocar únicamente con una de las cuatro cuerdas de violín y continuar tocando a dos o tres voces, de forma que parecían varios los violines que sonaban, y su muñeca izquierda se doblaba y sus dedos se estiraban demasiado logrando con poco esfuerzo posiciones atípicas. Al no poder explicar su técnica, muchos atribuyeron su gran virtuosismo a leyendas demoniacas, considerándolo incluso, como el mismo diablo.
Quienes han estudiado e intentado interpretar las composiciones de Sergei Rachmaninoff(1843 -1943), podrán constatar que los requerimientos anatómicos sobrepasan lo fisiológico. Y es que sus manos y dedos largos podían hacer novenas y décimas en el piano, también con el mínimo esfuerzo.
Se cree que Paganini tuvo la enfermedad de Ehler-Danlos y que Rachmaninoff padecía del Síndrome de Marfan.
La prevención en este terreno es muy difícil porque cuando se tiene hiperlaxitud ligamentaria no existe un punto de comparación cuando el movimiento articular propio sobrepasa el límite natural (más que viendo los límites de otras personas). Se debe de tener especial cuidado con los estiramientos, pues sobrepasar el límite no suele ser doloroso los primeros años, pero insisto, a la larga sí.
Algo muy común en la población musical es el genu recurvatum o hiperextensión de rodillas, donde se van en exceso hacia atrás, lo que ocasiona, entre otras cosas, dolores de espalda. En este video “calentamiento de extremidades inferiores para músicos” muestro en el minuto 3 un ejercicio clave para activar al cuádriceps y poder disminuir esa hiperlaxitud. Si lo practicas por 1 minuto varias veces al día, notarás como cada vez tus rodillas aprenden el nuevo límite para después ya no tenerlo que pensar. Para los dedos de las manos puedes hacer el ejercicio “percutivo” que muestro en el minuto 6 ́ 55”, pues creando mayor consciencia ósea activas a tus ligamentos y regulas el tono muscular.
Técnicamente hablando, algunos pasajes musicales para muchos pueden ser una odisea, y aunque el virtuosismo no depende únicamente de cuestiones anatómicas, muchas veces un gran virtuosismo esconde articulaciones muy móviles con ligamentos extremadamente laxos. Pero, hay un precio, y ese puede ser muy desventajoso siendo músicos, pues la hiperlaxitud ligamentaria a la larga ocasiona dolor en las articulaciones, sobre todo porque al sobrepasar los límites fisiológicos, las articulaciones se desgastan y los músculos y tendones se tensan a propósito para fungir como ligamentos sustitutos.