Sandra Romo

Lunes, 10 de julio de 2017

Los tendones son tejido conectivo fibroso que une los músculos a los huesos. Los músculos tienen la capacidad de contraerse y relajarse, y a su vez los tendones son los responsables de transmitir la fuerza desde el músculo hasta el hueso para lograr el movimiento. Sin embargo, cuando hay un sobreuso de la musculatura, falta de calentamiento y estiramiento, así como de descansos adecuados o excesiva tensión durante la ejecución musical, los músculos pierden la capacidad de relajarse (expandirse) en su totalidad, y por lo tanto los tendones acumulan tensión, produciendo micro traumas (micro heridas) con la consecuente INFLAMACIÓN. (ver imagenes 1, 2 y 3) llamada tendinitis (en inglés tendonitis). Por no ser de origen traumático, si no más bien repetitivo, la inflamación en músicos es microscópica. Su principal manifestación es el dolor. Ya que la fatiga muscular, es la antesala de la tendinitis, los músicos que estudian bajo la primicia “no pain, no gain” (sin dolor, no hay ganancia) *pueden estar en mayor riesgo de padecerla. *

En músicos los tendones más propensos a inflamarse son los de los flexores y extensores de los dedos (que están en el antebrazo muy cerca de los codos), también los tendones del pulgar y de la muñeca, el tendón tricipital y el tendón de aquiles en bateristas Esta imagen representa tendones flexores y extensores de dedos (justo en la zona que dice epitrolea y epicondilo, pero es en el de epicóndilo es más abajo, y en el de epitróclea es más arriba).

Esta imagen representa el pulgarAquí está representada la muñeca

En esta imagen podemos apreciar la tedinitis tricipal Consejos para evitar la tendinitis

 

 

  1. Una práctica musical sin riesgos y saludable incluso para el mismo cerebro, deberá tener descansos adecuados; recomiendo 45 minutos de práctica por 15 minutos de descanso, o 1 hora de práctica por 30 minutos de descanso, así varias veces al día.
  2. Resulta benéfico administrar inteligentemente el tiempo de estudios y ensayos. Es mejor ser constante y practicar seis días de la semana que “descansar” unos días y cargar los demás, sobre todo si se prepara para un concierto, examen o recital.
  3. Si además se practica un deporte, es importante dejar descansar al cuerpo por lo menos dos horas antes de la práctica con el instrumento.
  4. Los cambios bruscos de instrumento, repertorio o técnica, aumentan las exigencias físicas y con ello la tensión muscular, poniendo en riesgo principalmente a los tendones. El cuerpo y sus finos movimientos durante la interpretación, requerirán siempre de un periodo de adaptabilidad. Introdúcelos poco a poco y no bruscamente.
  5. Ten una alimentación balanceada y rica en vitamina C (presente sobre todo en cítricos) ya que ayuda a la formación del colágeno, proteína esencial que constituye los tendones.
  6. Una adecuada hidratación durante ensayos y presentaciones, sobre todo en climas calurosos, es fundamental para evitar la pérdida de minerales y agua, y por ende la fatiga muscular.
  7. Si ya hay dolor, evita hacer estiramientos, eso puede empeorar una tendinitis en fase agua (que inicia). Mejor evita tocar y atiéndelo antes de que se haga más grave.

El dolor es un síntoma e indica que algo no está bien. Nuestro cuerpo es sabio y nos avisa. ¿Qué tan capaces somos de escucharlo?