Sandra Romo

Viernes, 21 de julio de 2017

En la actualidad nuestra sociedad es tan hábil con la mano y con los dedos, demostrable en el uso del tablets, smartphones, videojuegos y ya no se diga quienes tocan un instrumento musical. Cuando les pedimos a nuestros pacientes músicos usar el hombro, es notorio que se han olvidado de su uso adecuado. En nuestra población musical, esto se acrecienta, pues cada acto motor que demanda precisión está a cargo de músculos que se encuentran en el antebrazo y la mano, y que se distinguen por cualidades de resistencia y velocidad. Los músculos del hombro, en cambio, se distinguen por la motricidad gruesa y la capacidad de fuerza. Un hombro es desuso, (no útil), puede favorecer que un músico desarrolle sobreuso en los músculos que normalmente ya usa, terminando en serias consecuencias como tendinopatias. Además, el hombro, siendo una articulación tan móvil, al no usarse lo suficiente y de manera adecuada, puede lesionarse fácilmente.

¿Dónde inicia tu hombro? El hombro comienza en la escápula u omóplato que es el hueso al que conocemos como “la alita”. Te invito a que te toques ese hueso y sientas la prominencia ósea, se le conoce como espina de la escápula. Este hueso es casi flotante y si conserva buena salud, puede moverse en muchas direcciones. El húmero es el hueso más largo de las extremidades superiores y articula o se une, por un lado, a la escápula, y por otro lado a la clavícula. Estos tres huesos, forman la “cintura escapular” mejor conocida como “hombro”. El hombro, dentro de un esquema fisiológico, está ligeramente enrollado hacia adelante. Siendo muy común que en la actualidad nos enseñen a llevar los hombros hacia atrás juntando las escápulas (lo cual no es fisiológico) no es de extrañarse que existan tantas personas con lesiones de hombro.

Un buen ejercicio para devolverle a tus hombros la noción de enrollamiento fisiológico es juntar las manos y colocar los brazos frente a ti, para en seguida enrollar / encorvar la espalda, tratando de hundir el esternón y visualizar que las escápulas se alejan de la columna vertebral (puedes consultar el minuto 27:10 de este video https://www.youtube.com/watch?v=Q-i9zWVNsh4 ). Estar en exceso enrollados, también puede convertirse en un problema. Una manera de darte cuenta si tus hombros están enrollados hacia adelante en exceso es acostarte en el piso, y colocar los brazos a los costados, como en posición de “Cristo”, a partir de ahí, flexiona los codos a 90 grados y deja que caigan hacia atrás, (ver video https://www.youtube.com/watch?v=Q-i9zWVNsh4 minuto 20:37 ), ¿Provoca estiramiento cerca de las clavículas? Puedes realizar esa posición después de una larga jornada para aprovechar a estirar de manera saludable tus hombros, en la zona de los músculos pectorales.

Otra noción del hombro feliz, es la de que gracias a un músculo muy grande, llamado dorsal ancho, los hombro deben anclarse hacia la pelvis y no estar suspendidos hacia el cuello, y precisamente uno de los desórdenes más comunes en el hombro, es el dolor a nivel del trapecio superior (lugar típico que nos gusta que nos den masaje). Te propongo que levantes tu mano tratando de tocar el techo, ahora, sin bajar la mano, desciende tu hombro. ¿descendió demasiado el hombro? ¿o permaneció abajo? Hacer esto es un buen ejercicio de consciencia corporal para darte cuenta si sueles hacer un gesto justo con el hombro, recuerda que para levantar la mano, el hombro debe de permanecer anclado a la pelvis y que una mano y unos dedos felices lo serán con un hombro útil. Por ello, cada vez que cargues, empujes o jales algo, intenta hacerlo desde el hombro, soltando la fuerza de los dedos. Muy importante cuando vas en bicicleta, manejando o en en el transporte público. Recuerda integrar el movimiento desde tu escápula a la hora de tocar un instrumento, estarás mucho más equilibrado.