La distonía focal es en sí un trastorno de movimiento, no una enfermedad, tiene origen multifactorial y para rehabilitar la FUNCIÓN MOVIMIENTO en torno a velocidad, precisión, control, es necesario considerar el aspecto físico (mecánico, químico, neuronal), el aspecto emocional (mente, consciente / inconsciente), el aspecto energético (eléctrico, lo más sutil) y el aspecto social para su tratamiento. El tratamiento brindado acompañado de Sandra Beatriz en Casa Senit facilita herramientas terapéuticas abordando los factores que desencadenan el descontrol.

 La comunicación es un aspecto importante a tomar en cuenta, donde se pueda dialogar libremente sobre los avances o no avances, sobre los descubrimientos, motivaciones o frustraciones. Esta puede ser una oportunidad para que hagas cambios profundos en tu vida y aprendas más sobre ti mismo. Aprende a habitar tu cuerpo, a conectar con tus emociones y sensaciones y se parte del cambio social rompiendo paradigmas. La población musical está padeciendo esto cada vez más, ¿por qué será?. Partamos de que el cerebro, las neuronas y sus conexiones a lo largo del cuerpo, no quisieron enfermar, sino que fueron orquestadas por el psiquismo, muchas veces a un nivel inconsciente, para “mejorar” alguna cuestión técnica, “algún dedo débil”, etc, conllevando a una neuroplasticidad negativa. Por ello, es importante, partir de una base, no tanto de “reprogramar” o “desaprender” sino más bien, de conectar con las partes del cuerpo que están“descuidadas” o “ausentes”, para quitarle protagonismo a una reparación innecesaria de la red neuronal.

Por ello, la integración sensorial y la consciencia corporal no serán exclusivas en las partes del cuerpo donde hay “desorden”, pues esto vuelve a reforzar la atención en la falla. El pronóstico es bueno a largo plazo, y no se espera un día de resolución milagrosa, sino más bien, los síntomas y signos se van diluyendo, hasta no darse cuenta, cuando hay una recuperación total. Esto da una expectativa más real y menos fantasiosa. Para “entrar” en el proceso, es indispensable CREER en que la recuperación está puesta en marcha y no dejar duda. No partir de un “quiero volver a tocar como antes”, porque eso fue motivo detonador del trastorno de movimiento, hay que replantearse un “tocar nuevamente con mayor esencia -menos apariencia- resignificando la verdadera motivación profunda que me llevó a la música”. Una vez comenzado el tratamiento, el factor tiempo es necesario e importa más “la no acción, que intentar hacer demasiado”. Soltar en lugar de intentar controlar. ¿Puedo o no puedo tocar? Esa pregunta llega con la respuesta sola, cando les digo que no pierden nivel por dejar de tocar y que importa más la calidad que la cantidad.

Recomiendo sólo tocar evitando pasajes que lleven a la frustración – desmotivación. Muchas veces eso resuelve en tranquilidad, subrayando que tocar un instrumento musical es una actividad cerebral y la memoria es fuerte por involucrar diversas áreas cerebrales. Es un mito que tocar 8 horas al día llevará a ser mejor intérprete. Es necesario evitar la fatiga, porque con fatiga hay retroceso significativos. Por lo que recomiendo la constancia (6 días de la semana) con pausas y cada vez, junto con mi acompañamiento, atravesar la ola, que es tocar esos pasajes donde se hace evidente el descontrol. La psicoterapia con enfoque Funcional (psicoterapia corporal), de la mano de Blanca es fundamental y también parte de una entrevista diagnóstica. La distonia focal, no sangra, no duele pero es en realidad una afección altamente incapacitante (ha orillado a algunos músicos al suicidio), por lo que fácilmente se puede abandonar el tratamiento ante una crisis (ansiedad, frustración, depresión). 

Además, hemos evidenciado que potencializa la recuperación, además de que se afrontan aspectos que dentro del inconsciente han instaurado más la neuroplasticidad negativa (perfeccionismo, autoexigencia, TOC, etc). Idealmente las sesiones son quincenales, tomando una sesión de fisio una vez por semana y a la siguiente una de psico la siguiente semana, y así sucesivamente.

El tratamiento puede ser a distancia, presencial o mixto. En algunos casos, si el contacto es necesario, el tratamiento a distancia no será suficiente y en ese caso, veremos la manera de canalizar el trabajo con alguna otra corriente/terapeuta.